Las frases destacadas de la presentación en Casa Talavera (octubre 25, 2012)


María Eugenia Chellet (performancera):


"Las lupitas son verdaderos objetos de colección", analizó su precursora, María Eugenia Chellet

"El proyecto genera polémicas de diferente índole, pues se trata de revalorar una muñeca que intenta reivindicar la resistencia cultural ante las muñecas aspiracionales de plástico como las Barbies".


"También ha propiciado usos alternativos. Hay un taller en el que la lupita se usa como un espacio de sanación, y las muñecas de Carolina son como objetos de autor, estas lupitas me parecen muy afortunadas, verdaderos objetos de colección y estoy muy  orgullosa de ellas como si fueran mis nietas. En la memoria yo aparezco en dos capítulos el primero me menciona en Mitos e historias sobre las muñecas de cartón, y en el segundo se trata de un texto de mi autoría: La lupe como objeto popular a objeto de colección".

Próximamente el 12 de diciembre se montarán 22 lupes-personaje de Chellet en una Retrospectiva antológica, llamada "Bonita hasta la muerte", en  ex Teresa Arteactual.



Karen Cordero, (fundadora de CURARE, especialista arte mexicano, arte culto, arte popular):



           Cordero realzó "la obsesión por la memoria" en la obra de Carolina Esparragoza.



Cordero recordó que conoció a Carolina Esparragoza cuando trabajaba en una obra distinta a ésta; en Monterrey, ocasión en la que ganó una mención honorífica, por la pieza Sin título, de la Serie Memorias.

Comentó que consistía en la impresión de imágenes de personajes de caricaturas (de 1970-1980) en los cinescopios de televisores que son como una especie de antigüedades y que estaban grabados en la superficie.

Fueron esculturas, -dijo-, que servían de objetos de la memoria. Y esto es lo que vincula aquel proyecto con éste; que de alguna manera demuestra la continuidad de la obra sobre cómo los objetos sirven como dispositivos de la memoria, a partir de sus cualidades táctiles y visuales, es decir, cómo permiten vincularlos con otras personas y como disparar nuestra imaginación. Así podemos vincular: juego, interacción, vínculo y relación con los objetos. Una relación táctil, y con las lupitas, la necesidad de recrear a los otros, que son semejantes.




"La obsesión por la memoria. Cómo podemos actualizar eso a partir de la creación, del uso, y de la convivencia con los objetos; eso está en el centro de la obra de Carolina, cuya documentación estamos celebrando el día de hoy".

Este interés ha existido también en otros artistas --agrega--. Y convoca nuevamente a los artistas de los años 20, que son citados en el documento: pero además aquí los objetos no tienen un carácter heterogéneo porque son transformados por la persona que los crea y cada uno crea su propio juego.

"También el mismo hecho de la fascinación con la muñeca es algo muy importante que tiene un antecedente en la historia del arte. La muñeca como ésta que es estereotipo, y que es realista, que tiene la posibilidad de individualizarse, tanto por las cualidades, a través de la interacción y por su convivencia con ellas, esto que trabaja muy bien Carolina, hasta volver al proyecto una fiesta accesible para todo el mundo".


  • Por ejemplo, Kati Horna, trabajaba mucho la muñeca y les tomaba fotografías, como en su Hospital de muñecas, que era una obra en serie medio sadomasoquista, para pensar cómo un hospital de muñecas sirve para hablar del abandono, de la violencia en narrativas espeluznantes, a pesar de la inocencia de la muñeca.

  • Se suma Armando Reverón, un ermitaño que vivía en una isla muñecas de tamaño real y convivía con ellas, que eran  su compañía, su comunidad y a través de la pintura las transformaba nuevamente.

El proyecto de Miss Lupita forma parte de esta tradición --dijo también la curadora Karen Cordero--, pero responde a la necesidad de integrar interacción, y no sólo de contemplación, respondiendo a nuevos cuestionamientos del arte contemporáneo a saber: la integración con la comunidad, con procesos participativos y creativos. Esto lo documenta con los testimonios de las participantes, combinando las nuevas tecnologías, para compartir conocimiento y experiencia; en un disco; presentado de una manera muy ingeniosa.

"La Memoria es testimonial, histórico-artístico, información documental sobre su proyecto artísticos, recopila testimonios bibliográficos, bibliografía, un directorio de artesanos que trabajan en cartonería, es decir, un aspecto antropológico. Todo en un artefacto que es casi, casi, una maravilla."


Edgardo Ganado. (Maestro de antropología e historia en la ENPEG).


                                       "Miss Lupita pone humor al arte y se agradece"

Miss Lupita pone humor en el arte, algo que se agradece. La maestra, la amiga, cosa que se contradice según el relato de la casa de citas, o la señora que pone el nombre de la amante de su marido a la muñeca. Esto me llamó la atención porque Miss Lupita tiene que ver con una manera armoniosa, con el modo de llamar al personaje pero en contradicción, y que viene del inglés según el mito de la "miss".

"Carolina pudo unir tantas instituciones, personas y procesos artísticos. Logra a partir de muchas instituciones y procesos echar a andar este proyecto y sorpresivamente hay un documento, yo pocas veces he visto un documento de estos procesos, que además han sido ayudados por becas. 

Digamos que las becas tienen que ver con otras maneras y otras dinámicas, regularmente se quedan en los archivos, y en quien los lee, porque tampoco hay una memoria de esto, y a partir de la idea de Carolina, se saca el documento y eso me pareció extraño, no tenemos esa dinámica en México. 

También me llamó la atención, no es pequeño, tampoco es muy grande, este documento que en principio tiene una doble relación con la experiencia de Carolina. Hoy en día a muchos artistas les interesa el intercambio de conocimiento más horizontal, (como en este caso) como en la relación de construcción de identidades que no tengan que ver con una posición vertical del poder. 

Es un texto que tiene que ver con la historia, la crítica, la propia técnica, materiales, formas en las que circulan las lupitas, y las clases sociales que las consumen y las valoran. Esto tiene que ver con las maneras en las que nos vemos y nos construimos a partir del otro. Y hay una necesidad de memoria que no satisface nuestras otras necesidades de identidad".


  • (...) De la galería, a la comunidad, creando geometrías para el contacto con el otro. De ese modo el arte se desplaza a la educación y a la experiencia creativa.

También revisa las fotos de la presentación aquí


 Para el Proyecto Miss Lupita,
 por @celinasalvatie
Narrativasdigitales.com